
Fiebre de origen desconocido en adultos
di Aïsha David, Jeffrey D. Quinlan • abril 2022
La fiebre de origen desconocido se define como una temperatura documentada clínicamente de 101 °F (38,3°C) o mayor en varias ocasiones, junto con un examen diagnóstico no revelador. El diagnóstico diferencial es amplio, pero se suele clasificar como infección, neoplasia, enfermedad inflamatoria no infecciosa o miscelánea. La mayoría de los casos en adultos se producen debido a presentaciones poco comunes de enfermedades comunes, y hasta el 75% de los casos se resolverán espontáneamente sin llegar a un diagnóstico definitivo. En caso de ausencia de signos y síntomas localizados, el estudio debe comenzarse con una historia clínica y una exploración física exhaustivas que ayuden a limitar las posibles etiologías. Las pruebas iniciales deben incluir una evaluación de las etiologías infecciosas, los tumores malignos, las enfermedades inflamatorias y las causas diversas, como el tromboembolismo venoso y la tiroiditis. Si la velocidad de sedimentación globular (VSG) o los niveles de proteína C reactiva están elevados y no se ha hecho un diagnóstico tras la evaluación inicial, la tomografía por emisión de positrones con 18F-fluorodesoxiglucosa, con tomografía computarizada, puede ser útil para llevar a un diagnóstico. Si las pruebas diagnósticas no invasivas no se presentan reveladoras, la prueba invasiva de elección es una biopsia de tejido debido a su rendimiento diagnóstico relativamente alto. Dependiendo de las indicaciones clínicas, esto podría incluir una biopsia de hígado, de ganglio linfático, de arteria temporal, de piel, de músculo, de piel o de médula ósea. La terapia empírica antimicrobiana no ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la fiebre de origen desconocido y, por lo tanto, debe evitarse, salvo en pacientes neutropénicos, inmunocomprometidos o en estado crítico.
(Am Fam Physician. 2022; 105(2): 137-143. Copyright © 2022 American Academy of Family Physicians.)
(Am Fam Physician. 2022; 105(2): 137-143. Copyright © 2022 American Academy of Family Physicians.)
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