Infiltraciones de la mano y la muñeca: Parte II. Síndrome del túnel carpiano, quiste ganglionar, síndrome de intersección, lesión del complejo triangular del fibrocartílago y tenosinovitis de Quervain

Los médicos de familia están bien posicionados para administrar infiltraciones a los pacientes con dolor de muñeca, sobre todo cuando fracasan los tratamientos iniciales como los antiinflamatorios no esteroideos y el reposo. Aunque las infiltraciones de corticosteroides pueden aliviar el dolor, deben discutirse los eventuales riesgos (por ejemplo, infección, daños en el cartílago, despigmentación cutánea). Las técnicas y procedimientos para las infiltraciones varían. Los estudios han demostrado una mejora significativa de la gravedad del síndrome del túnel carpiano a las 12 semanas utilizando infiltraciones guiadas por ecografía en comparación con las infiltraciones guiadas por puntos de referencia. La aspiración de quistes ganglionares puede ser útil para los pacientes con síntomas importantes, aunque más del 50% de los quistes ganglionares pueden reaparecer en el plazo de un año. Las infiltraciones de corticosteroides en los quistes ganglionares no parecen producir beneficios adicionales a la aspiración. El síndrome de intersección es una lesión por uso excesivo; el tratamiento implica reposo, ajuste de las actividades, uso de aparatos ortopédicos, antiinflamatorios no esteroideos y fisioterapia o terapia ocupacional. En caso de que los síntomas no mejoren con estos métodos, puede administrarse una infiltración de glucocorticoides guiada por ecografía. Las opciones de tratamiento para una lesión del complejo triangular del fibrocartílago incluyen la inmovilización, el vendaje kinesio, el reposo relativo y los analgésicos; la infiltración con corticosteroides puede aliviar el dolor inflamatorio agudo. La tenosinovitis de De Quervain se trata de forma conservadora con infiltración con corticosteroides guiada por palpación o ecografía, entablillado, terapia ocupacional y modificación de la actividad.

(Am Fam Physician. 2024; 110(4): 402-410. Copyright © 2024 American Academy of Family Physicians).