Masas de tejidos blandos: Evaluación y Tratamiento

Las masas de tejidos blandos son una presentación habitual en las consultas de los médicos de familia. Aunque la mayoría de las lesiones, incluidos los lipomas, los fibromas y los quistes epidérmicos y ganglionares, son benignas, las lesiones poco frecuentes, como los sarcomas de tejidos blandos, pueden tener consecuencias graves. Las masas profundas a la fascia, de 5 cm de diámetro o más, que crecen rápidamente o que se presentan de forma repentina sin explicación deben llevar a que se realicen más estudios. El diagnóstico por imagen de las lesiones preocupantes puede incluir la ultrasonografía, la radiografía y, en ocasiones, la resonancia magnética con contraste. La ultrasonografía puede utilizarse para evaluar el tamaño, la profundidad, la naturaleza sólida o quística y la vasculatura asociada. La resonancia magnética con contraste facilita orientación espacial y delimitación de los sarcomas de tejidos blandos respecto a los tejidos circundantes, como los músculos. Aunque se utiliza con menos frecuencia, la tomografía computarizada es una alternativa en la evaluación inicial de las masas preocupantes y puede ayudar a la estadificación de los sarcomas retroperitoneales y viscerales. La biopsia por incisión de una masa de tejido blando preocupante también puede ser útil para establecer un diagnóstico. Los lipomas y los quistes epidérmicos pueden extirparse si son dolorosos o si existe la preocupación de que sean malignos. Debido a la elevada tasa de mortalidad de los sarcomas de partes blandas, la evaluación de las masas de alto riesgo con imágenes de resonancia magnética con contraste debe acelerarse con una derivación a oncología ortopédica.

(Am Fam Physician. 2022;105(6):602-612. Copyright © 2022 American Academy of Family Physicians.)