Diagnóstico por imagen: indicaciones para un uso adecuado y seguro
de Brian Ford, Michael Dore, Paul Moullet • abril 2021
El uso de la radiografía de diagnóstico se ha duplicado en las últimas dos décadas. Image Gently (niños) e Image Wisely (adultos) son iniciativas multidisciplinares que pretenden reducir la exposición a la radiación eliminando procedimientos innecesarios y ofreciendo las mejores prácticas. Pacientes con una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 30 mL por minuto por 1,73 m2 pueden tener un mayor riesgo de nefropatía cuando se exponen a medios de contraste yodados y un mayor riesgo de fibrosis sistémica nefrogénica cuando se exponen a agentes de contraste con gadolinio. Los Criterios de Adecuación del Colegio Americano de Radiología pueden ayudar a guiar las opciones específicas de diagnóstico por imagen. La tomografía computarizada craneal sin contraste es la modalidad de primera línea cuando se sospecha un accidente cerebrovascular. Los protocolos de ictus por resonancia magnética y las exploraciones de perfusión por tomografía computarizada pueden aumentar la evaluación y ampliar potencialmente los plazos de la terapia farmacológica y endovascular. El diagnóstico por imagen debe evitarse en pacientes con síndromes de cefalea no complicados, a menos que la historia clínica o la exploración física revelen características de alerta. La angiografía cardíaca por tomografía computarizada, la ecocardiografía de estrés y la gammagrafía de perfusión miocárdica (prueba nuclear de estrés) son apropiadas para los pacientes con dolor torácico y riesgo cardiovascular de bajo a intermedio y tienen una sensibilidad y especificidad comparables. La angiografía pulmonar por tomografía computarizada es la prueba preferida para los pacientes de alto riesgo o aquellos con un d-y la gammagrafía de ventilación-perfusión se reserva para los pacientes con una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 30 mL por minuto por 1,73 m2 o una alergia conocida al contraste. Se prefiere la tomografía computarizada con contraste intravenoso para evaluar a los adultos con sospecha de apendicitis; sin embargo, la ultrasonografía debe preceder a la tomografía computarizada en los niños, y debe iniciarse el tratamiento definitivo si es positivo. La ultrasonografía es la modalidad de primera línea para evaluar el dolor en el cuadrante superior derecho sugestivo de enfermedad biliar. El tamaño de la masa y la edad de la paciente dictan las recomendaciones de vigilancia de las masas anexiales. El diagnóstico por imagen no debe realizarse en caso de lumbalgia aguda (menos de seis semanas) a menos que se encuentren características de alerta en la historia del paciente. La ultrasonografía debe utilizarse para la evaluación de nódulos tiroideos sospechosos identificados incidentalmente en la tomografía computarizada.
(Am Fam Physician. 2021;103(1): 42-50. Copyright © 2021 American Academy of Family Physicians.)
(Am Fam Physician. 2021;103(1): 42-50. Copyright © 2021 American Academy of Family Physicians.)
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