Dolor abdominal agudo en adultos: evaluación y diagnóstico

El dolor abdominal agudo, que se definide como dolor abdominal no traumático que dura menos de siete días, es un problema común con un amplio diagnóstico diferencial. Las causas más comunes son la gastroenteritis y el dolor abdominal inespecífico, seguidas de la colelitiasis, la urolitiasis, la diverticulitis y la apendicitis. Deben tenerse en cuenta causas extraabdominales como las infecciones respiratorias y el dolor de la pared abdominal. La ubicación del dolor, los antecedentes y los resultados de la exploración ayudan a orientar el estudio después de garantizar la estabilidad hemodinámica. Las pruebas recomendadas pueden incluir un hemograma completo, proteína C reactiva, marcadores hepatobiliares, electrolitos, creatinina, glucosa, análisis de orina, lipasa y pruebas de embarazo. Varios diagnósticos, como la colecistitis, la apendicitis y la isquemia mesentérica, no pueden confirmarse clínicamente y suelen requerir pruebas de imagen. Enfermedades como la urolitiasis y la diverticulitis pueden diagnosticarse clínicamente en ciertos casos. Se seleccionan las pruebas de imagen en función de la ubicación del dolor e índice de sospecha de etiologías específicas. La tomografía computarizada con medio de contraste intravenoso se elige a menudo para el dolor abdominal generalizado, el dolor en el cuadrante superior izquierdo y el dolor abdominal inferior. La ecografía es la prueba de elección para el dolor en el cuadrante superior derecho. La ecografía en el punto de atención puede ayudar al diagnóstico rápido de varias etiologías del dolor abdominal agudo, como la colelitiasis, la urolitiasis y la apendicitis. En pacientes con órganos reproductivos femeninos, se deben considerar diagnósticos como el embarazo ectópico, la enfermedad inflamatoria pélvica y la torsión anexial. Si los resultados de la ecografía no son concluyentes en pacientes embarazadas, se prefiere la resonancia magnética a la tomografía computarizada si está disponible.

Am Fam Physician. 2023;107(6):585-596. Copyright © 2023 American Academy of Family Physicians (Academia Americana de Médicos de Familia)