Emergencias médicas a bordo

En 2018, aproximadamente 2,8 millones de pasajeros han entrado y salido de los aeropuertos estadounidenses por día. Se estima que se producen entre 24 y 130 emergencias médicas a bordo de vuelos por cada millón de pasajeros; sin embargo, no existe un sistema de registro o clasificación acordado internacionalmente. Hasta el 70% de las emergencias a bordo son gestionadas por la tripulación de cabina sin asistencia adicional. Si se solicita un voluntario de asistencia sanitaria, los profesionales médicos deben considerar si están en condiciones adecuadas para prestar ayuda, y luego identificarse ante la tripulación de cabina, realizar un historial y un examen físico, e informar a la tripulación de cabina de las impresiones y recomendaciones clínicas. Un avión en vuelo es un entorno físicamente restringido y con recursos limitados. Si necesario, todos los aviones estadounidenses con al menos un auxiliar de vuelo y capacidad para 30 o más pasajeros disponen de un kit de emergencia y un desfibrilador externo automático. Si se recomienda el desvío de la aeronave, es necesario coordinar la comunicación con el piloto, los recursos médicos disponibles en tierra y el despacho de vuelo. En Estados Unidos, los voluntarios médicos están generalmente protegidos por la Ley de Asistencia Médica en Aviación de 1998. No existe una ley equivalente que regule los viajes internacionales, y la jurisdicción legal depende de los países de la ciudadanía del paciente y del profesional médico, asimismo del país en el que esté registrada la aeronave.

(Am Fam Physician. 2021;103(9):547-552. Copyright © 2021 American Academy of Family Physicians.)